Sevilla, 7 de noviembre de 2012
Queridos lectores:
Esta semana, he aprovechado para practicar lo que hoy en día se conoce como turismo, visitando las calles y monumentos de Sevilla. Pero no solo he conocido mejor esta maravillosa ciudad andaluza, sino que además he logrado hacer nuevos descubrimientos.
Una mañana,
desayunando en una de las numerosas cafeterías, que se ubican junto a la
Catedral, descubrí en un periódico local una imagen que me conmocionó
enormemente.
¿Expo 92? ¿Expo? Al no saber que era la Expo, decidí averiguarlo. Y para mi asombro, descubrí que es la forma popular con la que se conoce a la Exposición Universal que tuvo lugar en España en 1992.
¿Quién me iba a decir que la “Great excivition of the works of indrustry of all nations”, celebrada en Londres en 1851, sería la primera de muchas exposiciones universales que tendrían lugar posteriormente?
Y es que, entre la que se dio en el hermoso “Palacio de Cristal”, de la que
yo mismo fui testigo, y la que hay programada en Astana para el año 2017, se
han celebrado ¡63 Exposiciones Universales! Muchas de las cuales nos han dejado
construcciones tan emblemáticas, como la Torre Eiffel de París o el Monumento a
Colón, el Parque de la Ciudadela, el Paseo de Colón y el muelle de la Madera de
Barcelona, creados expresamente para la Exposición Universal de 1888.
En cuanto al significado de estos grandes eventos cabría decir que se ha ido modificando, pues si en el Londres de mediados del s. XIX se tuvo por principal objetivo mostrar el avance industrial, tecnológico y comercial de los países participantes, poco a poco ha ido tomando importancia la historia, costumbre y cultura de aquellos países presentes en el acto. E incluso actualmente se ha llegado más lejos, pues no sólo se busca el mostrar los avances tecnológicos actuales o dar a conocer las diferentes culturas existentes, sino que además se busca que el visitante viva una experiencia única e irrepetible.
Tampoco puedo olvidar mencionar, que hoy día, estas exposiciones reportan enormes beneficios para las ciudades anfitrionas, ya que a través de los mismos se pueden dar a conocer mundialmente, gracias a la publicidad gratuita que de estos eventos se hace en televisión, prensa, internet, webs 2.0… También suponen una ventaja desde el punto de vista económico, pues generan empleo y aumenta los ingresos por turismo de la región, debido al aumento de visitantes en las ciudades antes, durante y después de las exposiciones. Y por supuesto, favorecen la transformación de estas ciudades mediante la realización de mejoras urbanísticas y la construcción de instalaciones. Sevilla sufrió estos cambios cuando construyó su nueva terminal aeroportuaria, su nueva red viaria, sus nuevos muelles, las instalaciones de la exposición (ocupadas hoy por el parque tecnológico Cartuja 93 y el parque temático de Isla Mágica), jardines (como el jardín americano, actualmente en uso),etc.
En definitiva, puedo afirmar que la celebración de la Expo 92, no solo convirtió a Sevilla en el centro del mundo durante seis meses, sino que además fue el fenómeno que la encauzó hacia el s. XXI.
"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad"
PD: les dejo a los posibles interesados, en conocer un poco más la Exposición Universal de Sevilla, el link de una página, creada expresamente con motivo del veinte aniversario de este acontecimiento.
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